Una noche cualquiera, en una ciudad del sur.
- ¿Vendrás conmigo al concierto, entonces?
- ¿Del tipo que has dicho que quieres que sea el padre de tus hijos? Claro que no.
- ¿Preferirías que te dijera que quiero que seas tú el padre de mis hijos? Te digo eso...
- Y salgo corriendo y no vuelves a verme el pelo.
- ¿Ves?
- Ése no es el tema. Y que sepas que conmigo te saldrían más guapos.
- Eso seguro ¿Pero vienes o no vienes?
- Bueno, mientras no le tires bragas o te cueles en el camerino...
- No, eso lo dejo para cuando venga con Iván Ferreiro.
- Ah, muy bonito, con ellos sí que harías un trío ¿no?
- Puedes unirte, si quieres.
- Claro, y que me sodomice Iván Ferreiro mientras Quique González se folla a mi novia.
- Um, eso ha sonado raro.
- Claro que suena raro, pequeña pervertida.
- No, eso no, me refería a lo de novia. Es la primera vez que me llamas así.
- ...
- ...
- ¿Prefieres que te llame "mi fulanita"?
- Ja, ja, qué gracioso.
- Tú puedes volver a llamarme "el-tío-con-el-que-te-estás-liando", si lo prefieres.
- Eres idiota.
- Y tú preciosa.
- ... Eso no vale.
- Ya me conoces, soy un tramposo.
- Ven aquí, tramposo.
Fundido en negro.